Llevan desde 1995 en los fogones de este restaurante y pueden presumir de una parroquia fiel como pocas. Hablamos de una casa de comidas tradicional tanto en su propuesta gastronómica como en lo que toca a su estética, y cuyos responsables miman la materia prima con la que elaboran sus platos. Aquí no hay sorpresas, trucos o trampantojos, sino un profundo respeto por la cocina española de toda la vida.
El Coto Del Casar tiene tres zonas para disfrutar de su gastronomía: la coqueta terraza, la zona de la barra en la entrada del local y el comedor del fondo. Estupendos entrantes pensados para compartir: jamón ibérico de Guijuelo, ensalada de cabra, ensalada de pimientos rojos asados con anchoas, tempura de verduras natural, huevos rotos con boletus y jamón ibérico, almejas a la marinera o callos a la madrileña. Sus arroces tienen fama bien justificada: paella de carabineros, arroz meloso con rabo de buey, cazuela marinera de carabineros y almejas, y arroz con bogavante del señorito.
Excelentes y frescos pescados: rodaballo a la plancha, merluza a la plancha o romana, bacalao al horno y el solicitado atún rojo y confitura de tomate; y ricas carnes de ternera D.O. de Ávila –lomo al carbón, entrecot a la parrilla, solomillo con foie al Pedro Ximenez– coronan una propuesta gastronómica a tener muy en cuenta.