Completemos esta ecuación: Plaza del 2 de Mayo + cervezas = X. ¿Te ayudamos? Está muy claro: esa X equivale a Malabar. Más que un placer es casi una necesidad pasar de vez en cuando por el centro neurálgico de Malasaña y parar por este esquinazo con San Andrés (justo entre Pepe Botella y la Pizzería Maravillas) y tomarse una cerveza bien fría en cualquiera de sus modalidades: tercio, caña, doble, botellín... Completa tu trago con una rica tosta o una pulga (aunque es fácil que los simpáticos camareros se te anticipen y saquen tu bebida con algo para picar). Si además hace bueno y queda sitio en la terraza, corre y ocupa una de las mesas donde charlar o ver a la gente pasar: este sitio es mágico.
Y si además es fin de semana, seguramente en la misma esquina del bar tienes el clásico mercadillo de la Plaza —hay posters, postales, antigüedades, vinilos—, así que todo cuadra. De noche cambia totalmente, transformándose en un clásico al estilo rockero del barrio. Por todas estas cosas sentimos debilidad especial por este lugar único. Malabar: ¡Visita obligada!