Cualquiera que disfrute del pescado y del marisco debería conocer este fantástico restaurante. Abrió sus puertas en 1975 para poder ofrecer los productos de las Pescaderías Coruñesas, recocido negocio que goza de una gran tradición seleccionando el mejor pescado y marisco para su distribución en la capital. En 2010 El Pescador se reformó enteramente para mejorar las prestaciones de un espacio que ahora brilla con elegancia y sencillez. Su especialidad es el lenguado Evaristo–en honor a su propietario Evaristo García–, pero aquí le dan el punto exacto a cualquier pescado que llega a la mesa–rodaballo salvaje, besugo a la bilbaína o rape a la costa–y a cada marisco–almejas de Carril o cigalas de Marín– a la perfección para realzar cada nota de sabor y aroma o unos deliciosos langostinos, difíciles de olvidar. Además de sus dos espléndidos comedores dispone también de una amplia barra en la que disfrutar de tapas, raciones-el salpicón, entre otras delicias es espectacular– y tostas, junto a la compañía indispensable de una cerveza bien fresquita que marida de manera perfecta con los aromas marítimos de su cocina.