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Guía_
Ruta por las tabernas legendarias de Madrid
Madrid y su pasado son una excusa innegable para lanzarnos a recorrer con esmero y pasión sus calles. Siempre hay un nuevo motivo, cultural, arquitectónico o del tipo que sea, para salir de casa a vivir en primera persona la energía de esta ciudad. Sin embargo, entre paseo y paseo es conveniente hacer un alto en el camino. Aquí os dejo cinco propuestas diferentes, media decena de tabernas repletas de sabor y relatos, para reponer fuerzas mientras surcáis Madrid.
Casa Paco: Comida castellana de toda la vida
La Plaza de la Puerta Cerrada nos evoca el Madrid más medieval, aquel cuyas gentes hacían vida intramuros. A los pies de este enclave histórico se alza Casa Paco, otra de la casa de comidas con más arraigo y peso de la capital. Fundada en 1933, en el mismo local donde ya hubo otra taberna desde 1870, por aquí han pasado desde políticos a toreros y grandes estrellas del celuloide como Orson Welles y Charlton Helston. Todos ellos han podido dar buena cuenta de su cocina, sencilla y de calidad, y un recetario basado en los platos castellanos y madrileños, en el que destacan el cocido, las sopas de ajo, las carnes o sus apetitosos chicharrones. Detrás de su intensa y colorida fachada de madera se oculta un establecimiento de esos que no se olvidan fácilmente.
Casa Alberto: Sabor y tradición
En la Calle Huertas 18 nos espera otro pedacito vivo de la historia de ese Madrid tabernario, castizo y simpático: Casa Alberto. La tradicional fachada roja nos pone en aviso de que estamos ante un local añejo y de buen gusto. Basta con echar una mirada a sus atiborradas paredes, repletas de fotografías y recuerdos, para hacernos una idea de la enorme solera de este lugar. De todas las inscripciones, la más sorprendente es la que nos desvela que estamos en el mismo edificio donde, siglos atrás, vivió Miguel de Cervantes y donde, según se cuenta, redactó parte de El Quijote. Esta casa de comidas centenaria se ha labrado un nombre gracias a sus platos de lomo de bacalao y, sobre todo, a sus callos a la madrileña (no son pocos los que afirman que aquí despachan los mejores de toda la Villa). Su caja registradora, su grifo de cinco bocas, sus impecables camareros…Casa Alberto nos permite, por muchos motivos, viajar en el tiempo manteniendo una estética fiel a sus populares orígenes.
La Cruzada: La madre de todas las tabernas
Si buscamos una taberna con historia no encontraremos ninguna que supere a La Cruzada, básicamente porque estamos ante la más antigua de Madrid. Sus orígenes se remontan al año 1827, cuando un aguador llamado García Posadas se animó a abrir este establecimiento. Su privilegiada situación, en la Calle Amnistía, a poquitos pasos del Palacio Real y de la Plaza de Oriente, hizo que tuviese entre sus clientes más asiduos al rey Alfonso XIII, de hecho junto a la entrada y en una vitrina aún conservan la copa que solía utilizar el monarca. Si os dejáis caer por aquí no perdáis detalle de su fantástica barra de madera de nogal y, si el cuerpo os lo pide, tenéis que probar alguno de sus excelentes platos de cuchara, como su tradicional cocido de tres vuelcos. Estamos en un lugar emblemático, con casi dos siglos de vivencias a sus espaldas, y eso se nota en cuanto uno atraviesa su puerta.
Finnegan´s: Un trocito de Irlanda en Madrid
Y si en nuestro paseo por las tabernas ya hemos estado con Cervantes, con Alfonso XII y saboreado los platos del sur, aún nos queda un último viaje. El que, en un abrir y cerrar de ojos, nos trasladará a uno de los países con más tradición tabernaria: Irlanda. En la coqueta Plaza de las Salesas, 9 aguarda Finnegan´s, un sensacional local muy acogedor, con paredes y mobiliario de madera y aspecto rústico que te hará creer por momentos que estás en la Grafton Street dublinesa. Un espacio para disfrutar con los amigos de una charla distendida, para hacer balance del largo paseo realizado y de lo mucho que merece la pena perderse por Madrid y sus emblemáticas tabernas.
Bocaíto: Aires del sur en el Madrid más abierto
Abandonamos el Madrid más clásico y nos encaminamos hacia el más vanguardista y despierto. En la zona de Chueca, concretamente en la Calle Libertad, se destapa Bocaíto como una de las tabernas más recomendables de la zona -muy castiza pero con claros guiños a Andalucía-, abierta desde 1966, lo que le ha convertido en testigo en primera persona de la transformación que ha experimentado el barrio. Con sus vigas de madera y una decoración que nos recuerda al entorno rural, este lugar es ideal para picar y compartir diferentes platos en un ambiente distendido. Más de medio siglo colmando las expectativas de sus clientes gracias, sobre todo, a sus tostas de gambas, croquetas, tigres y, cómo no, frituras de pescado. ¿Mesón andaluz o Taberna castellana? Este sitio reúne, con gusto y acierto, lo mejor de ambas.