El Rastro tiene un rincón especialmente agradable. Se llama La China Mandarina–en homenaje al antiguo almacén que había antes– y está en la animada y concurrida Plaza de Cascorro.
Amplio, espacioso y con un impecable diseño, moderno, sí, pero sin pasarse y con mucho gusto y personalidad. La China en cierta manera rompe cómodos estereotipos, como podemos comprobar a la hora del almuerzo: el menú consiste en un plato que habitualmente se compone de una sopa o una riquísima crema sin lácteos, una ración de carne o pescado acompañado de una saludable guarnición–quinoa, trigo sarraceno, arroz integral–. Ideal, por su amplitud, luz y música baja, para ir a desayunar, lo mismo que para tomar un café o un té, o cenar algo de su variada, sabrosísima carta: ensaladas, gyozas, tortilla de patatas recién hecha, fish and chips de merluza, carrillera estilo Thay, cocas, hamburguesas, arepas….
Los perros y mascotas son más que bien venidos. Y atención que en la planta de abajo tiene una coqueta sala que también se puede reservar para comidas o cenas de grupo. Ven y conócelo. Te va gustar.